David José Kohon fue uno de los más lúcidos y sensibles creadores del cine argentino de la llamada generación del 60. Más inspirada que prolífica, su filmografía no supera la decena de títulos y, sin embargo, casi todos representaron una indagación profunda, sincera y valiente en los conflictos de su tiempo.
Había nacido el 18 de octubre de 1929 en Buenos Aires y desde pequeño tuvo un profundo y real acercamiento al mundo de las imágenes. Buscó inicialmente en la literatura, el periodismo, la crítica cinematográfica y el teatro los caminos expresivos para un inconformismo que hacia mediados de los años 50 lo identificó con las roturas estéticas e ideológicas que iban a desarrollarse en el futuro. Pero fue en el cine donde terminó cumpliendo con las demandas expresivas que le planteaban su vocación y su conciencia. Fue en 1950 cuando filmó su primer cortometraje en 16 mm y sin sonido, titulado La flecha y el compás. En 1958 escribió y dirigió Buenos Aires, un cortometraje notable donde la ciudad resultaba el territorio perturbador donde se abismaban las diferencias sociales. En 1960 filmó su primer largometraje, Prisioneros de una noche, sobre libro de Carlos Latorre y con un elenco que integraban, entre otros, los muy jóvenes Alfredo Alcón, María Vaner, Helena Tritek, Osvaldo Pacheco y Osvaldo Terranova. En 1961 filma la memorable Tres veces Ana, película con la cual consolida un estilo que le permitió exponer a sus personajes en su más conmovedora y desesperada indefensión. En 1964 se atreve a bucear en emociones y deseos prohibidos en Así o de otra manera. De 1968 es su consagratorio film Breve cielo, con Ana María Picchio y Alberto Fernández de Rosa. A estos títulos siguieron Con alma y vida (1970), ¿Qué es el otoño? (1976) y El agujero en la pared (1982), realización que clausura prematuramente su trayectoria creadora.
